Hay segunda vida para las baterías de VE

El premio Nobel de Química recaía este 2019 sobre tres científicos por desarrollar las baterías de ion litio. John B. Goodenough, Akira Yoshino o Stanley Whittingham, supieron ver el potencial de este tipo de baterías, que hoy día se usan en multitud de dispositivos electrónicos. Desde smartphones a ordenadores portátiles o vehículos eléctricos, todos llevan baterías de litio. Sin embargo, aún quedan algunas dudas acerca de cómo deben reciclarse y qué ocurre con ellas una vez finalizada su vida útil.

Una segunda vida para las baterías de un VE

Proyectos como el del IREC, Instituto Catalan de Estudios de la Energía, intentan dar solución a esta cuestión. Apuestan firmemente por dar una segunda vida a las baterías de vehículos eléctricos. Cristina Corchero, dirige este proyecto cuyo piloto se encuentran en la biblioteca pública Tirant Lo Blanc, en Mongat. En una entrevista cuenta a Electrocoches todos los detalles.

Cristina, ¿cómo surge la idea de reutilizar las baterías de los coches eléctricos? 

Desde que la electromovilidad se ha convertido en una realidad, ha surgido el problema de qué hacer con las baterías cuando ya no son adecuadas para la movilidad. Desde el centro de investigación llevábamos unos años trabajando en darles una segunda vida como baterías estacionarias. Cuando surgió la necesidad de poner una batería en la biblioteca pensamos en sacarla del laboratorio y llevarla a la vida real.

¿Cuándo deja una batería de coche eléctrico de ser útil para la movilidad eléctrica?

Según los fabricantes cuando llega a un 80% de su capacidad inicial. Es como la batería del móvil, al principio te dura unos días sin recargarla y al final tienes que ir cargándola cada rato. En los coches eléctricos, esta pérdida de capacidad afecta a la autonomía del vehículo, por lo que los fabricantes consideran que cuando ya no cubre el 75%-80% de lo que cubría de origen hay que remplazarla. En todo caso, este porcentaje esté en discusión ahora que la baterías tienen mayor capacidad. Seguramente podremos garantizar la autonomía necesaria aún con un porcentaje menor.

¿Qué capacidad tiene la batería que estáis usando en esta instalación piloto de la biblioteca y qué posibilidades ofrece? ¿Cuántas horas de energía puede suministrar?

Actualmente tiene una capacidad de 23kWh y es totalmente funcional. Ofrece las mismas posibilidades que una batería equivalente nueva. Las horas dependen del momento, ya que el consumo de la biblioteca es bastante variable. En los periodos de consumo más alto cubriría de media unas tres horas de energía.

Las baterías de motos eléctricas también sirven

Aunque el estudio piloto se ha hecho con la batería de un vehículo eléctrico, también se están probando aquellas de motocicletas eléctricas. Aunque éstas tienen menor capacidad también podrían servir para el mismo propósito.

¿Cuál es la capacidad mínima que debe tener esa batería de segundo uso para que sea útil para este propósito?

No hay mínimo, depende del edificio donde la instales necesitara mayor o menor capacidad. O al revés, puedes buscar siempre una aplicación que sea suficiente con la capacidad que tienes. Últimamente estamos haciendo tests con baterías de segunda vida de moto eléctrica, que aún tienen menos capacidad, y hay situaciones donde son útiles.

¿Cómo funciona la instalación de la biblioteca y cuál es el objetivo de utilizar este tipo de sistemas?

La biblioteca ya disponía de unos paneles solares que, debido al horario de funcionamiento del edificio, tenía muchos excedentes. Hemos instalado la batería junto a un sistema inteligente de gestión que decide, en cada momento y según los precios de la electricidad y la generación que tenemos solar, qué hacer con la electricidad sobrante. Podemos acumularla en la batería, para usarla más tarde, o usarla en ese momento.

¿Qué estimación tenéis de duración de esta segunda vida útil de la batería?

Según los resultados del laboratorio, en un uso de autoconsumo como el de la biblioteca, entre 10 y 12 años.

Nissan y Renault ya apuestan por utilizar este sistema

Algunos fabricantes de coches eléctricos ya están ideando la posibilidad de utilizar las baterías de coches eléctricos, como fuente de suministro eléctrico en caso de apagón o necesidad. También como acumulador de excedentes de electricidad en el caso de que haya instalación fotovoltaica.

Nissan ya ha ideado la posibilidad de este sistema para utilizar la batería de sus coches eléctricos para suministrar energía a los hogares con su equipo V2G. ¿Estáis planteando algo parecido?

Exacto, Nissan ya ha iniciado la fabricación comercial de un producto basado en baterías de segunda vida. Y otros fabricantes como Renault también están trabajando en ello. Nosotros en IREC, como centro de investigación público, lo que hacemos es experimentar antes de llevar a mercado para ver qué es viable y qué no lo es desde el punto de vista técnico. La fase de comercialización queda en mano de las empresas.

Este uso, no solo sirve para edificios públicos, ¿también para privados y particulares?

Serviría para cualquier uso, en cualquier lugar donde podamos imaginar que una batería eléctrica es útil, lo será tanto nueva como de segunda vida.

El reciclaje de las baterías, un tema pendiente

Uno de los quebraderos de cabeza de los vehículos eléctricos es el reciclaje de las baterías, ¿ésta es una solución para perpetuar la vida de las baterías, pero igualmente hay que reciclarlas, ¿qué se hará al finalizar la vida útil de las mismas?

Exacto. Esta solución lo que hace es alargar la vida útil, pero igualmente, cuando la batería se degrade totalmente habrá que reciclarla. Pero alargando su vida hemos aprovechado muchísimo más los recursos utilizados para fabricarlas.

Muchas empresas de instalación de paneles solares ofrecen una batería para acumular la energía generada ¿Qué ventajas puede ofrecer la batería usada frente a una nueva?

La ventaja básica es el coste, la batería usada es “de segunda mano” y, por tanto, más barata que una nueva, dando el mismo servicio.

Proyectos como el liderado por Cristina Corchero y su equipo, vislumbran un futuro prometedor para las baterías de vehículos eléctricos. Y es que su capacidad y autonomía es cada vez mayor. Además, abre la puerta a aumentar su vida útil que ayudará a reducir la demanda de producción de baterías. Habrá que analizar cómo evoluciona esta posibilidad cuya aplicación está resultando un éxito.